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La riche entreprise du vol de l'aide humanitaire.

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  • La riche entreprise du vol de l'aide humanitaire.

    Alternative Press Agency

    INTERNACIONALViernes, 3 de Julio de 2020 | Hace 3 díaswhatsapp
    EL PRÓSPERO NEGOCIO DE ROBAR AYUDA HUMANITARIA


    http://www.alternativepressagency.co...-220511042.jpg
    Desde hace décadas el Frente Polisario y Argelia saquean sistemáticamente la ayuda humanitaria que organizaciones internacionales envían para la población de los campamentos de Tindouf. Al menos cien millones de euros han sido desviados clandestinamente para financiar actividades políticas y el lujoso tren de vida de los altos mandos involucrados.

    En las últimas dos décadas diversas organizaciones humanitarias y la prensa internacional (entre las que se cuentan Agence France Press -AFP-, la web EUtoday.net y la propia Alternative Press Agency) han estado denunciando los delitos de lesa humanidad vinculados al sistemático robo de ayuda humanitaria que lleva a cabo el Frente Polisario con la participación y complicidad del gobierno de Argelia.

    A estas denuncias se han sumado organizaciones como la ONG Organización Acción Internacional para el Desarrollo en la Región de los Grandes Lagos (AIPD), con sede en Ginebra, la European Strategic Intelligence and Security Center (ESISC) y personalidades destacadas como Kristalina Georgieva, ex Comisaria Europea de Cooperación Internacional, la eurodiputada del partido democristiano alemán Ingeborg Grassie, presidenta de la Comisión de Presupuesto del Parlamento Europeo, el eurodiputado francés Nicolas Bay, el experto sueco Bjorn Hultin, asesor del Parlamento Europeo y Fateh Ahmed Ould Mohamed Fadel Ould Ali Salem, quien fuera conocido con el alias de “Ahmed Felipe”, antiguo miembro de la Dirección de Seguridad del Frente Polisario, entre otros.

    Desde que se conocen las pruebas documentales recopiladas desde 2003 por la Oficina Antifraude de la Unión Europea (OLAF) y que tomaron forma en un informe fechado en 2007 y que misteriosamente se mantuvo ocultó hasta 2015, se sabe con certeza que los altos mandos del Frente Polisario con el apoyo de funcionarios argelinos desvían parte de los productos alimenticios y sanitarios enviados a cubrir las necesidades de la población marroquí retenida, desde hace más de cuarenta años, en los campamentos de Tindouf, en el sur de Argelia.

    El procedimiento por el cual se apropiaban indebidamente de la ayuda humanitaria y su posterior comercialización por parte del Polisario y los responsables argelinos se implementaba de manera sistemática, organizada y de carácter mafioso durante años. El ilícito se iniciaba en el puerto de Orán, al norte de Argelia, donde desembarcaba la carga procedente del puerto español de Alicante. Allí la carga debía pagar un arancel aduanero del 5% que iba a parar al fisco argelino.

    El trayecto entre el puerto de Orán y el campamento de Rabuni, al sur de Tindouf, que opera como centro de distribución, es efectuado exclusivamente por dos empresas de transporte argelinas que son las únicas autorizadas a ingresar a los campamentos. Los embarques son trasladados sin manifiestos de carga y en camiones que no están precintados. El traslado de las mercancías, que como máximo puede demandar cinco días, suele demorar hasta 48 días. Una vez en los campamentos, los habitantes no cuentan con “tarjetas de racionamiento” ni firman recibo alguno de ninguna forma por los productos efectivamente recibidos. Con lo cual resulta imposible saber, cuanta ayuda llega y que destino recibe en los campamentos.

    Buena parte de la carga recibida en Rabuni termina en depósitos clandestinos en El Rachid, El Jazhouani, El Hafed, Tijara, en Khila y Mijik. Estos almacenes clandestinos se emplean también para ocultar parte de las mercancías extraídas de los almacenes oficiales a los efectos de luego solicitar a los donantes extranjeros una asistencia suplementaria.

    Recordemos que tanto Argelia como el Frente Polisario impiden la visita de funcionarios de ACNUR -la Oficina de Naciones Unidas para los refugiados- y de miembros de las ongs humanitarias que donan ayuda a los campamentos, sin previo aviso.

    Estos productos, que en general están envasados y etiquetados como “ayuda humanitaria no comercializable” son ilegalmente comercializados más tarde, a través de las mafias internacionales que controlan los tráficos ilícitos en el Sahel, en los mercados informales de Mauritania, Mali, Chad y Nigeria.

    El desvío de ayuda humanitaria es posible porque los administradores de los campos, es decir, el frente Polisario y el Ejército de Argelia, informan de la existencia de un número mayor de pobladores de los que realmente existen para recibir un mayor volumen de productos de los que realmente necesitan.

    Así, el Frente Polisario solicita ayuda humanitaria para 170.000 residentes en los campamentos, mientras que observadores independientes aseguran que la población estable en el lugar no supera las 90.000 personas.

    Recordemos que el Frente Polisario se niega a la realización de un censo de la población radicada en los campamentos a la cual mantiene en la condición de “indocumentados”, condición que viene desde la ocupación colonial española. En 1974, los españoles realizaron un censo muy precario y discutido, y se emitieron algunas tarjetas cartón blanco que oficiaban de documentos de identidad españoles.

    En general se trata de miembros de tribus numerosas asentadas en una amplia zona geográfica que comprende el Sur de Marruecos y Argelia, el Norte de Mauritania, llegando incluso al Noreste de Mali. Es por ello, que Argelia intentó reforzar la población de los campos con habitantes de Mauritania a los que prometía dinero y ayuda si se trasladaban allí.

    Las autoridades del Frente Polisario impiden a los residentes hablar con el personal de ACNUR o de la MINURSO (Misión de Naciones Unidas para la Realización del Referéndum en el Sáhara Occidental) sin la presencia de un funcionario de seguridad del grupo separatista.

    Durante años, tanto Naciones Unidas, Unicef, la Medialuna Roja, Human Rights Wacht, la Agencia de Naciones Unidas para la Ayuda Humanitaria y Protección Civil (HECHO), , etc., se han negado a reducir sus embarques de ayuda humanitaria bajo el argumento de que el Frente Polisario seguiría “desviando” el mismo volumen de productos por lo cual la reducción solo afectaría a la población retenida que vería seriamente disminuidas sus raciones alimenticias.

    En esta forma, estas organizaciones han financiado al Frente Polisario y a Argelia en la última década con al menos cien millones de euros (a razón de diez millones de euros por año) que contribuyeron a financiar las actividades internacionales de “propaganda y activismo” en los foros internacionales.

    Todo ello sin contar con el robo de parte de estos embarques para beneficio personal de miembros corruptos del Ejército argelino y de las milicias polisarias que se enriquecen, al margen de la operación oficial de desvío de ayuda humanitaria, con el robo para enriquecimiento personal.

    Es así como miembros corruptos del Frente Polisario han adquirido lujosas propiedades en Europa, especialmente en el sur de España, Canarias y las Islas Baleares. Funcionarios que solo pisan los campamentos de la hamada argelina para cumplir con conmemoraciones oficiales que no pueden eludir.

    Este año, el problema se ha potenciado porque la parálisis de la economía mundial también ha impactado en el Norte de África. El comercio internacional de Argelia está en crisis por el descenso de los precios del petróleo y el gas. El Frente Polisario también ha visto reducidos sus ingresos por la suspensión de muchas de sus actividades internacionales de recaudación de fondos, como el turismo revolucionario, los festivales de solidaridad, el programa Vacaciones en Paz, etc.

    Por lo cual la pandemia ha convertido al Frente Polisario en más dependiente del desvío de ayuda humanitaria al reducir o suprimir sus otras formas de financiamiento. Debido a ello los separatistas llevan a cabo intensas campañas de recaudación de fondos por internet y pedidos de insumos médicos para hacer frente a los problemas sanitarios que el Covid 19 ocasiona en los campamentos.

    Lo cierto es que ningún observador internacional independiente ha podido constatar cuál es la real situación sanitaria en Tindouf. La única información disponible habla de al menos 250 casos confirmados y de que el Ejército argelino ha reforzado las medidas de seguridad en torno a los campamentos para que nadie salga o ingrese a los mismos. Incluso existen pruebas de que en algunos casos los soldados dispararon contra algunos pobladores que ignorando las advertencias intentaron dejar la zona.

    Tampoco se ha podido constatar si la ayuda sanitaria proveniente de Europa realmente llegó a los campamentos y en qué porcentaje lo hizo.

    El próspero negocio ilícito de robar ayuda humanitaria es una de las causas principales por las cuales el gobierno argelino y el Frente Polisario se oponen sistemáticamente a la Propuesta para la Negociación de un Estatuto de Autonomía de la Región del Sáhara presentado por el Reino de Marruecos como única alternativa justa y posible al conflicto del Sáhara.

    Si los campamentos de Tindouf desaparecen, con ellos termina un próspero negocio ilegal que financia la dispendiosa vida de los funcionarios corruptos involucrados en el robo de ayuda humanitaria.

    Autor: Adalberto Agozino

  • #2
    Depuis des décennies, le Front Polisario et l'Algérie pillent systématiquement l'aide humanitaire que les organisations internationales envoient à la population des camps de Tindouf. Au moins cent millions d'euros ont été détournés clandestinement pour financer des activités politiques et le train de vie luxueux du haut commandement impliqué.

    Au cours des deux dernières décennies, diverses organisations humanitaires et la presse internationale (dont l'Agence France Press -AFP-, le site EUtoday.net et l'Agence de presse alternative elle-même) ont dénoncé des crimes contre l'humanité liés au vol systématique de l'aide humanitaire menée par le Front Polisario avec la participation et la complicité du gouvernement algérien.

    Des organisations telles que l'ONG Organisation internationale d'action pour le développement dans la région des Grands Lacs (AIPD), basée à Genève, le Centre stratégique européen de renseignement et de sécurité (ESISC) et d'éminentes personnalités telles que Kristalina Georgieva, ex Commissaire européen à la coopération internationale, député européen démocrate-chrétien allemand Ingeborg Grassie, président de la commission du budget du Parlement européen, député français Nicolas Bay, expert suédois Bjorn Hultin, conseiller du Parlement européen et Fateh Ahmed Ould Mohamed Fadel Ould Ali Salem , connu sous le pseudonyme de «Ahmed Felipe», ancien membre de la direction de la sécurité du Front Polisario, entre autres.

    Étant donné que les preuves documentaires compilées depuis 2003 par l'Office de lutte antifraude de l'Union européenne (OLAF) et qui ont pris la forme d'un rapport daté de 2007 et mystérieusement resté caché jusqu'en 2015 sont connues, on sait avec certitude que le haut commandement du Front Le Polisario avec le soutien de responsables algériens détourne une partie des produits alimentaires et sanitaires envoyés pour couvrir les besoins de la population marocaine détenus depuis plus de quarante ans dans les camps de Tindouf, au sud de l'Algérie.

    La procédure de détournement de l'aide humanitaire et de sa commercialisation ultérieure par le Polisario et les responsables algériens a été mise en œuvre de manière systématique, organisée et de type mafieux pendant des années. L'illicite a commencé dans le port d'Oran, au nord de l'Algérie, où a débarqué la cargaison du port espagnol d'Alicante. Là, la cargaison a dû payer un droit de douane de 5% qui est allé au trésor algérien.

    Le trajet entre le port d'Oran et le camp de Rabuni, au sud de Tindouf, qui fonctionne comme un centre de distribution, est effectué exclusivement par deux sociétés de transport algériennes, qui sont les seules autorisées à entrer dans les camps. Les envois sont transportés sans manifeste de fret et dans des camions qui ne sont pas scellés. Le transfert de la marchandise, qui peut prendre au maximum cinq jours, prend généralement jusqu'à 48 jours. Une fois dans les camps, les habitants n'ont pas de «cartes de rationnement» et ne signent aucun reçu pour les produits effectivement reçus. Avec lequel il est impossible de savoir, combien d'aide arrive et quelle destination il reçoit dans les camps.

    Une grande partie de la cargaison reçue à Rabuni finit dans des entrepôts clandestins à El Rachid, El Jazhouani, El Hafed, Tijara, à Khila et Mijik. Ces entrepôts clandestins sont également utilisés pour cacher une partie de la marchandise extraite des entrepôts officiels afin de demander ultérieurement une aide supplémentaire à des donateurs étrangers.

    Rappelons que l'Algérie et le Front Polisario empêchent les visites des fonctionnaires du HCR - le Bureau des Nations Unies pour les réfugiés - et des membres des ONG humanitaires qui donnent de l'aide aux camps, sans préavis.

    Ces produits, qui sont généralement emballés et étiquetés comme «aide humanitaire non commercialisable», sont ensuite commercialisés illégalement, via des mafias internationales qui contrôlent le trafic illicite au Sahel, sur les marchés informels de la Mauritanie, du Mali, du Tchad et du Nigéria. .

    Le détournement de l'aide humanitaire est possible car les administrateurs des camps, c'est-à-dire le front du Polisario et l'armée algérienne, signalent l'existence d'un plus grand nombre d'habitants qu'il n'en existe réellement pour recevoir un plus grand volume de produits de la ils ont vraiment besoin.

    Ainsi, le Front Polisario demande une aide humanitaire pour 170 000 habitants des camps, tandis que des observateurs indépendants assurent que la population stable sur place ne dépasse pas 90 000 personnes.

    Rappelons-nous que le Front Polisario refuse de procéder à un recensement de la population basée dans les camps, qu'il maintient comme «sans papiers», condition qui vient de l'occupation coloniale espagnole. En 1974, les Espagnols ont effectué un recensement très précaire et controversé, et certaines cartes en carton blanc ont été émises qui servaient de documents d'identité espagnols.

    En général, ils sont membres de nombreuses tribus installées dans une vaste zone géographique qui comprend le sud du Maroc et de l'Algérie, le nord de la Mauritanie, atteignant même le nord-est du Mali. C'est pourquoi l'Algérie a tenté de renforcer la population des camps avec des habitants de la Mauritanie à qui ils ont promis de l'argent et de l'aide s'ils s'y installaient.

    Les autorités du Front Polisario empêchent les résidents de parler au personnel du HCR ou de la MINURSO (Mission des Nations Unies pour l'organisation d'un référendum au Sahara occidental) sans la présence d'un responsable de la sécurité du groupe séparatiste.

    Pendant des années, les Nations Unies, l'UNICEF, le Croissant-Rouge, Human Rights Wacht, l'Agence des Nations Unies pour l'aide humanitaire et la protection civile (FACT), etc., ont refusé de réduire leurs expéditions d'aide humanitaire sous l'argument que le Front Polisario continuerait de "détourner" le même volume de produits, de sorte que la réduction ne toucherait que la population retenue, dont les rations alimentaires seraient sérieusement réduites.

    Ainsi, ces organisations ont financé le Front Polisario et l'Algérie au cours de la dernière décennie avec au moins cent millions d'euros (au rythme de dix millions d'euros par an) qui ont contribué au financement des activités internationales de «propagande et activisme» dans le forums internationaux.

    Tout cela sans compter sur le vol de ces envois au profit personnel de membres corrompus de l'armée algérienne et des milices policières qui s'enrichissent, outre l'opération officielle de détournement de l'aide humanitaire, du vol pour enrichissement personnel.

    C'est ainsi que des membres corrompus du Front Polisario ont acquis des propriétés luxueuses en Europe, en particulier dans le sud de l'Espagne, les îles Canaries et les îles Baléares. Des fonctionnaires qui n'entrent dans les camps de la hamada algérienne que pour accomplir des commémorations officielles qu'ils ne peuvent éviter.

    Cette année, le problème s'est aggravé car la paralysie de l'économie mondiale a également affecté l'Afrique du Nord. Le commerce international de l'Algérie est en crise en raison de la baisse des prix du pétrole et du gaz. Le Front Polisario a également vu ses revenus baisser en raison de la suspension de bon nombre de ses activités de collecte de fonds internationales, telles que le tourisme révolutionnaire, les festivals de solidarité, le programme Vacances en paix, etc.

    Par conséquent, la pandémie a rendu le Front Polisario plus dépendant du détournement de l'aide humanitaire en réduisant ou en supprimant ses autres formes de financement. En conséquence, les séparatistes mènent d'intenses campagnes de collecte de fonds sur Internet et demandent des fournitures médicales pour faire face aux problèmes de santé causés par Covid 19 dans les camps.

    La vérité est qu'aucun observateur international indépendant n'a pu vérifier la situation sanitaire réelle à Tindouf. Les seules informations disponibles parlent d'au moins 250 cas confirmés et que l'armée algérienne a renforcé les mesures de sécurité autour des camps afin que personne ne les quitte ou n'y entre. Il existe même des preuves que, dans certains cas, les soldats ont tiré sur certains résidents qui, ignorant les avertissements, ont tenté de quitter la région.

    Il n'a pas non plus été possible de vérifier si l'aide sanitaire européenne a effectivement atteint les camps et dans quel pourcentage elle l'a fait.

    L'activité illégale prospère du vol de l'aide humanitaire est l'une des principales raisons pour lesquelles le gouvernement algérien et le Front Polisario s'opposent systématiquement à la proposition de négociation d'un statut d'autonomie pour la région du Sahara présentée par le Royaume du Maroc comme seule alternative juste et possible au conflit du Sahara.

    Si les camps de Tindouf disparaissent, ils mettent fin à une entreprise illégale florissante qui finance la vie inutile des fonctionnaires corrompus impliqués dans le vol de l'aide humanitaire.

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    • #3
      Bof! des articles vides de sens.
      Le traité de Fès, nommé traité conclu entre la France et le Maroc le 30 mars 1912, pour l'organisation du protectorat français dans l'Empire chérifien,

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      • #4
        oui en fonction de ton obédience c'est soit vide de sens soit tu colle quite a être a côté de la plaque
        Droite des Valeurs
        Gauche du Travail
        Centre "Intérêt de Mon Pays"

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        • #5
          C'est surtout contradictoire avec d'autres conneries que le makhzene tente de propager, que l'Algérie a payé plus de 300 milliards de dollars pour faire vivre le Polisario.
          Il faut se brancher, Alger les vole ou leur paye des sommes à la con?

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          • #6
            oui en fonction de ton obédience c'est soit vide de sens soit tu colle quite a être a côté de la plaque
            Il fallait écrire de votre obédience.
            Le traité de Fès, nommé traité conclu entre la France et le Maroc le 30 mars 1912, pour l'organisation du protectorat français dans l'Empire chérifien,

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            • #7
              "C'est surtout contradictoire avec d'autres conneries que le makhzene tente de propager, que l'Algérie a payé plus de 300 milliards de dollars pour faire vivre le Polisario."

              Effectivement, un telle esbrouffe est insensé. sinon ainsi donc la les Sahraouis de Tindouf bénéficieraient du plus gros budget au monde (350 milliards de dollars depuis 1975 pour 174 900 habitants selon le dernier recensement et on peut comprendre que contrairement aux Marocains, les Sahraouis ne partent pas tous!

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              • #8
                C'est surtout contradictoire avec d'autres conneries que le makhzene tente de propager, que l'Algérie a payé plus de 300 milliards de dollars pour faire vivre le Polisario.
                Aucune contradiction,il n'y a pas que le lait en poudre,la semoule ou des boîtes de conserves....dans la vie.
                Les séparatistes sont dotés d'un armement que beaucoup d'états ne possèdent ni en quantité ni en qualité,et c'est celà le plat de résistance,les aides alimentaires que réclame l'Algérie pour son protégé ont un effet politique qu'autre chose, histoire de se rappeler a la compassion mondiale.

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